Oliver E. López
De acuerdo a la posición de la estrella
y el ultimátum del astro,
mi Dios,
quíteme el velo de la
cara,
es una sábana que acabo de lavar
y tendrá más derecho a sol.
Qué se hace con toda esta química
sustanciosa en la cabeza que rebota
y redobla,
agasaja,
interrumpe el suelo
invitando a la ensoñación.
Al cenit prefiero…
Zumbido a mi piel,
las aves que se ríen de mi
porque no sé volar…
Quema, sí, quema,
a pesar de todo lo que dijeron de él quema.