Por: Oliver E. Lopez
Apaga la luz para que no se marchite lo que marchita
develada en sonrisa misterio como el misterio.
De la calle al cuerpo hay sólo veinte pasos
y de corazón a corazón
quizá palabras ¿veinte?
Deben ser más
las que no se dicen,
las que se olvidan
las que predicen el poema y te dicen y te dicen corazón
Yo me quedo en esas
Las que además de ser palabras llevan nombre
las que lanzan piedras a la luna
las que brincan
pulgas inquietas
esas que van a ti y cubren en aroma cualquier tarde de venusino paisaje
Ya que nos quedamos muy lejos
de banqueta a banquete
vamos disponiendo de lo que nos queda
el siniestro baile de los cuerpos
el temblar
el único tacto de pieles en deseo deseo de todo
a sentir
hasta las últimas consecuencias
el aquelarre del sentir
la lluvia en el sudor
el apropiarse
apagada la luz
habremos de recuperar la vista
lo que nos quitaron
habremos entonces de ser dos
que se regeneran y se ahogan así mismos
tan hermosos como lo hermoso
escupiendo
a risa y risa
la mano en la otra amando lo que se tenga que amar.
1 comentario:
El blog más interesante que he visto últimamente,de verdad.Además,me he reído muchísimo,realmente me has hecho pasar un buen rato.
Te invito al quinto anillo de Saturno.Un besiño muy grande de una meiga poeta.
*TUKI
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