julio 18, 2008

Marcel Duchamp, La vanguardia negada

Por: Oliver Eduardo López


Habremos te tomar en cuenta la común opinión de que existen dos figuras paradigmáticas en el territorio del arte del siglo XX, Pablo Picasso (1881-1973) y Marcel Duchamp (1887-1968). Al parecer el trabajo artístico de estos dos personajes queda un tanto opacado por el caudal de obras y reflexiones que se han hecho en torno a su obra y figura. Aún así no cabe duda de que todo el universo alrededor de estos artistas es precisamente por su obra. Octavio Paz apuntaba que la mayor influencia de Picasso era debido a sus obras, en cambio Marcel Duchamp lo que dejó fue la negación de sus obras y por lo tanto, más que de imágenes se trata de reflexiones, de ideas.

Al hablar de vanguardias artísticas del siglo XX es necesario contemplar la obra Marcel Duchamp, ejemplifica las ideas principales de las vanguardias y representa además un momento muy notorio para la historia del arte, esto es, el paso de la obra de arte al pensamiento sobre la obra de arte. Marcel Duchamp dejará en claro la diferencia especifica que hace al arte tal: la reflexión, la idea, el pensamiento sobre lo artístico. Este pensar el arte será una arma de dos filos, por un lado invita a establecer y ampliar las dimensiones de los significados de arte, por el otro lado termina eliminando la esencialidad del arte, la espontaneidad, lo antirutinario, la libertad. Si se piensa muy en serio y se supedita la idea a la obra, el resultado es un arte conceptual vacío, por lo tanto sujeto a una diversidad de factores externos que le hacen perder su dimensión puramente artística, o sea, se sacraliza la idea de arte sin arte, muy común ahora entre los artistas, se exhibe, se vende, se organiza, pero únicamente el concepto con un arte ocioso y sin vida. Fueron las consecuencias extremas o quizá necesarias de tomarse muy en serio la revuelta que provocó Duchamp. Ahondemos un poco más en qué consiste esta revuelta y por qué es primordial para entender las vanguardias.

No faltan aún en pleno siglo XXI las declaraciones sobre la muerte del arte y el fracaso de las vanguardias. Para el historiador británico Erick Hobsbawn el eminente fracaso de las vanguardias consiste en que se “convirtieron en auxiliares de la mercadotecnia.” Desde sus inicio el arte vanguardista adquiere una actitud provocadora contra lo antiguo, lo naturalista o lo que se relacionara con el arte burgués. No será causalidad que todas las primeras manifestaciones de estos vanguardismos estén repletos de actos y gestos de impacto social, como expresión de un profundo rechazo a la llamada cultura burguesa. La Primera Guerra Mundial, como expresión del afán imperialista y del profundo fracaso de esa burguesía por conseguir la paz, será el período en que, junto a actitudes diversas de rechazo a la guerra, afloren todas estas manifestaciones artísticas extraordinarias con una versatilidad y agilidad desconocidas hasta entonces.

“El tiempo de las vanguardias, aunque a algunos les parezca el tiempo dorado del arte, ya ha pasado. Y el resultado ha sido un rotundo fracaso, que ha dejado tambaleante la justificación teórica del arte. Las vanguardias propusieron una Unión entre Arte y Vida, mediante la negación del carácter de obra de arte y la elusión de los museos. Sin embrago continuaron acentuando la altitud de la cultura y su carácter salvador para unos escogidos estetas.”

Hoy por hoy se lamenta el fracaso del proyecto de las vanguardias pero necesitamos antes comprenderlas para dar razón o no a dichos funerales. Mencionaremos cuál era ese proyecto de vanguardia y veremos en seguida que Marcel Duchamp es quizá de los pocos autores que son consecuentes con tal proyecto. Cabe decir, que además de ser consecuente con el vanguardismo, lo es específicamente con el dadaísmo, movimiento de vanguardia originado en Alemania. El movimiento dada nació en un café cantante de Zurich en 1916, donde se recitaban poemas. Esta ciudad, se había convertido a partir del estallido de la Primera Guerra Mundial en un centro de refugio para emigrantes procedentes de toda Europa que querían escapar de la guerra. Allí se reunieron representantes de diversas escuelas como el expresionismo alemán, el futurismo italiano y el cubismo francés. El dadaísmo, más que constituir un movimiento artístico concreto, trata de reflejar una disposición particular del espíritu, representa una negación intelectual violenta, un acto extremo de antidogmatismo, por lo que se vale de cualquier medio para llevar adelante su batalla. Más que la obra, es el gesto lo que interesa a los dadaístas, gesto que va más allá de los puros canales de expresión artística para manifestarse en la política, en las costumbres, en la misma sociedad, siempre que este gesto sea entendido como provocación contra el sentido común, la moral, la ley y cualquier normativa u ortodoxia. De aquí que el escándalo fuera el instrumento preferido para hacer públicas sus acciones. El dadaísmo va más allá del puro significado o la simple noción de un movimiento artístico para llegar a proponer una forma de vivir. En el fondo, lo que desea su áspera polémica contra el arte y la literatura, entendidos como valores eternos del espíritu, es transformar todo lo que llamamos poesía en acción. También los dadaístas, mejor que nadie, tratan de unir estrechamente dos conceptos que separados, arte y vida, y soldar cualquier ruptura que pueda diferenciarlos.

Es cierto, las obras de Marcel Duchamp por muy dadaístas que pudieron ser descansan en paz en los museos, “los objetos cualquiera que estableció como obras de arte fueron elevados a categoría de objetos-obras de arte gracias a la intervención de la institución arte. Los ready-made de Duchamp no son objetos como todos los demás. Son intocables, inutilizables; se exponen para ser observados y no manipulados.” Pero al hablar del ser consecuente de Duchamp, nos referimos a él como persona y no como obras de arte, además, debemos afirmar que más que obras Duchamp dejó ideas.

En arriesgada síntesis el proyecto de las vanguardias es el siguiente:
1 Oposición a las estéticas de corte naturalista

2 Arte de minorías, surgió en sus orígenes separado del gusto popular, aunque progresivamente se ha ido integrando en el actual arte de masas.

3 Arte condenado a la fugacidad, en perpetuo cuestionamiento de uno mismo, en continua experimentación de nuevas formas.

4 Constante adaptación a las necesidades de la expresión de las nuevas experiencia de conciencia.

5 Subjetividad creadora capaz de captar por anticipado el espíritu de los tiempos y la crisis histórica.
papel crucial del lenguaje como medio de expresión de esa experiencia.

Marcel Duchamp Perteneciente a una familia de conocidos artistas de vanguardia parisina con miembros tan relevantes como su hermano Raymond Duchamp Billón, escultor cubista, y su hermano Jaques Billón, pintor. La primera etapa de Marcel Duchamp se caracteriza por sus frecuentes visitas a la academia Julian de París y por realizar una pintura que pone de manifiesto referencias al impresionismo, fauvismo, cubismo y futurismo. En este periodo, que abarca lo años de 1908 a 1912, pintó obras tan relevantes como Un decendant un escalier n° 2, hoy en día en el Museo de Arte de Filadelfia. Es una obra que evidencia el alejamiento del cubismo en una búsqueda más próxima con el futurismo. El rechazo de esta obra en la exposición del Salón de París, permite su presentación en España, en la exposición de arte cubista celebrada en las Galerías Dalmau de Barcelona en 1912. al año siguiente, sería presentada en el Armony Show de Nueva York. Entre 1915 y 1923 se puede hablar del siguiente periodo de Duchamp caracterizado por el abandono de la pintura. Desde 1914 había comenzado una corriente estética nihilista, planteando polémica e ironía en sus obras de arte, sobre todo, en objetos cotidianos ya realizados y creados de manera industrial o en serie. Los sacó de sus contexto y les puso firma, son los llamados ready-made como Rueda de bicicleta, A bruit secret o La fuente, una taza de urinario que fue rechazada por la Society of Independent Artist. Durante la década de los 20 se dedicó a la investigación de teorías ópticas, realizó varios cortometrajes surrealistas como Anemic Cinema y fotografías experimentales.
Su más compleja obra es la novia desnudada por sus solteros, también conocido como El gran vidrio. Es propiamente un panel de metal de 272 x 175 cm dividido horizontalmente a la mitad por una estructura metálica
“La obra es contradictoria en varios sentidos, fue creada en un periodo muy largo de tiempo y con suma arbitrariedad, tratando, en la medida de lo posible evitar al máximo hacer ver la mano del artista dentro de la obra. El color rojo industrial de las formas en el interior se alejan de toda connotación que lo relacione con el óleo. Algunas otras de las formas dentro de los paneles de vidrio son pedazos de metal que fueron acumulando polvo en la cornisa de su ventana en Nueva York. Más tarde serían sellados entre los dos vidrios. Por fin, en 1923, la obra fue terminada y camino a la exhibición durante la mudanza los vidrios se rompieron, la reacción de Marcel al enterarse de la aparente desgracia fue: por fin está terminada”.


El gran vidrio, según el instructivo anexo en la caja verde, es una máquina y las notas explican de alguna manera como funciona. Todo bien hasta allí, lo malo empieza cuando se junta el arte con la ingeniería, la cosa no promete mucho para los ingenieros, pero funciona a las mil maravillas para los artistas. Por principio de cuentas las hojas no están en orden. Si empezamos a analizar entenderemos la propuesta perversa de Duchamp y comparando, los manuales de ingeniería tienen un carácter sistemático: pieza A sobre pieza B, ensamble y atornille con el sujetador etc. Estos deben ser sumamente explícitos en sus explicaciones de lo contrario no habría manera de que fueran interpretados por el pobre sujeto que se dispone a ensamblarlo o entenderlo en la realidad.
Como provocador Duchamp era todo un experto, sin embargo la última pieza étant donnés es perturbadora y tranquila. La pieza que sólo debería de ser expuesta después de su muerte, tiene analogías con el Gran Vidrio, por un lado, le toma 10 años realizarla y fijándose bien es un montaje teatral del gran vidrio. La novia en este caso una niña púber se encuentra del otro lado de una puerta, el espectador se convierte en el novio y la tiene que descubrir detrás de la puerta mirando a través de unos pequeños agujeros. En esencia la idea es la misma, las formas cambiaron, creando nuevamente una dicotomía entre lo prohibido y lo aceptable.
Tras un periodo de dedicación como asesor de arte para coleccionistas y museos estadounidenses, regresa a la creación de objetos irónicos y absurdos. Fue precursor con estas series de la conceptualización del arte. Sin embargo Duchamp no era un iconoclasta. Lo que atacaba no era el arte, sino el abuso del arte, el aburrimiento causado por la repetición y la decadencia de la obra de arte que la llevaba a convertirse en un artículo de consumo.

“En última instancia, el artista puede gritar a los cuatro vientos que es un genio, pero tendrá que esperar el veredicto del público para que sus declaraciones adquieran un valor social y que, finalmente, la posteridad lo incluya en los libros de historia del arte. Yo me doy cuenta de que esta afirmación no hallará aprobación de numerosos artistas que insisten en la validez de su plena conciencia durante el acto de creación, sin embargo, la historia del arte, en varias ocasiones, ha reconocido los valores de una obra basándose en consideraciones completamente independientes de las explicaciones racionales dadas por el artista.”

La crítica radical de Marcel Duchamp tenía su origen en una concepción del arte ambiciosa y hasta utópica, pero además, llena de sarcasmo e ironía.
“Sólo en un intercambio mental entre la obra de arte y el espectador, en el imaginativo, ‘coito’ de Duchamp, se podía producir una experiencia de la belleza y de la propia individualidad. El carácter fragmentario y la imposibilidad de terminar las grandes obras son un claro indicativo de esta creencia. Así permanece abierta la cuestión de si la obra de los últimos vente años de Duchamp constituye un documento de éxito o de un fracaso definitivo en el intento de satisfacer sus propias y exigentes demandas”

Los ready-made de Duchamp y demás obra pictórica ilustran su consecuencia con el dadaísmo. El movimiento Dada tiene la particularidad de no ser un movimiento de rebeldía contra otra escuela anterior, sino que se funda en un cuestionamiento de todo el marco conceptual del arte y de la literatura. “Dada es antiartístico, antiliterario y antipoético. Dada está contra la belleza eterna, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la inmovilidad del pensamiento, contra la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en general.” En ese sentido entendemos que tanto para los dadaístas como para Duchamp, lo primordial no es la obra, sino el acto. Con Los objetos hallados, listos y hechos, Duchamp confunde pone en cuestión las definiciones de arte. ¿Qué es arte? ¿Hasta dónde llega el arte o lo artístico?
A pesar de su trágico destino, los Ready-made en su momento histórico representan una crítica a los museos que alejan el arte del pueblo que convierten las grandes obras humanas en simples objetos de culto.
La obra de Marcel Duchamp representa un parte aguas en la historia, fue necesario cambiar las definiciones y ampliar los conceptos. Este hombre se burló de todas las vanguardias comulgando con ellas: fue más impresionista que los impresionistas, más futurista que los futuristas, más surrealista que los surrealistas y fue quien llevó a su máxima expresión el dadaísmo. Si Dada era la negación de la negación por la negación, Duchamp la siguió al pie de la letra, tanto así que dejó de pintar y de pensar en el arte sentándose a jugar ajedrez, ya nada le importó más que buscar el jaque al rey después de haber dado jaque mate a las vanguardias y al arte heredado.


suceso60@hotmail.com












FUENTES:



 Angulo Díaz, Raúl, El fracaso de las vanguardias, Revista Catobeplas, # 9, noviembre de 2002.



 De Michelli, Mario, Las vanguardias artísticas del siglo XX, Alianza Forma, Madrid, 1992.



 Duchamp, Marcel, Una no definición de arte, el Proceso Creativo, Art News, 1957, vol. 56 n°4, New York



 Hobsbawn, Erick, “Historia del siglo XX” editorial Crítica de Madrid publicó en 1995



 Paz, Octavio, Corriente alterna. Apariencia desnuda / La obra de Marcel Duchamp, ERA



 http://docentes.uacj.mx/fgomez/cursos/Duchamp/marcel_duchamp.htm