mayo 12, 2008

Carta a Huidobro

Por Gonzalo Rojas

1. Poca confianza en el XXI,

en todo caso algo pasará,
morirán otra vez los hombres,
nacerá alguno del que nadie sabe,
otra física en materia de soltura hará más próxima la imantación de la Tierra
de suerte que el ojo ganará en prodigio
y el viaje mismo será vuelo mental,
no habrá estaciones,
con sólo abrirla llave del verano por ejemplo nos bañaremosen el sol,
las muchachas
perdurarán bellísimas esos nueve meses por obra y gracia de las galaxias
y otros nueve por añadidura
después del parto merced al crecimiento de los alerces de antes del Mundo,
así las mareas estremecidas bailarán airosas otro plazo,
otro ritmo sanguíneo más fresco,
lo que por contradanza hará que el hombre entre en su humus de una vez y seamás humilde, más terrestre.


2. Ah, y otra cosa sin vaticinio, poco a poco envejeceránlas máquinas de la Realidad,
no habrá drogas ni películas míseras ni periódicos arcaicos ni-disipación y estruendo
mercaderes del aplauso ignominioso,
todo eso envejecerá en la apuesta de la creación,
el ojo volverá a ser ojo,
el tacto tacto, la nariz éter de Eternidad en el descubrimiento incesante,
el fornicio nos hará libres,
no pensaremos en inglés como dijo Darío,
leeremosotra vez a los griegos,
volverá a hablarse etrusco en todas las playas del Mundo,
a la altura de la cuarta década se unirán los continentes
de modo que entrará en nosotros la Antártica con toda su fascinación
de mariposa de turquesa,
siete trenes pasarán bajo ella en múltiples direcciones
a una velocidad desconocida.


3. Hasta donde alcanzamos a ver Jesucristo no vendráen la fecha,
pájaros de aluminio invisible reemplazaran a los aviones,
ya al cierre del XXI prevalecerá lo instantáneo,
no seremos testigos de la mudanza,
dormiremos progenitores en el polvo
con nuestras madres que nos hicieron mortales,
desde allí celebraremos el proyecto de durar,
parar el sol, ser -como los divinos- de repente.

mayo 09, 2008

VISITANDO A LOS MUERTOS

Por: Oliver E. López


a los cincuenta grados de agobio
de kilómetros por hora sobre el crepúsculo
al jardín de jardines llegamos

no pueden esperar los silencios
la postración
el abandono a las cavilaciones de ultratumba

porque estamos solos venimos
para ablandar esa última sentencia
falta de compañía
y las flores
se relevan
música que flota

por que lo saben seguramente ríen
bajo tierra todo es risa
pero acá
los del aire
los de la lágrima
los del odio
los de la espera
los de la falta de
todo es soledad

estén tranquilos
han de retornar
y serán flores
tierra
mientras tanto estén solos
ahí
respirando
que acá
tendrán compañía

los muertos no están solos
los abandonados
son los que aún creen en el guiño
de la pálida
pálida compañía

mayo 04, 2008

Versículos

Por: Gonzalo Rojas

Gracias a la fundación Gonzalo Rojas http://www.fundaciongonzalorojas.cl/content Va este versaso.



A esto vino al mundo el hombre,
a combatir la serpiente que avanza en el silbido de las cosas,
entre el fulgor y el frenesí,
como un polvo centelleante, a besar por dentro el hueso de la locura,
a poner amor y más amor en la sábana del huracán,
a escribir en la cópula el relámpago de seguir siendo,
a jugar este juego de respirar en el peligro.

A esto vino al mundo el hombre,
a esto la mujer de su costilla: a usar este traje con usura,
esta piel de lujuria,
a comer este fulgor de fragancia
cortos días que caben adentro de unas décadas en la nebulosa de los milenios,
a ponerse a cada instante la máscara,
a inscribirse en el número de los justos de acuerdo
con las leyes de la historia o del arca de la salvación: a esto vino el hombre.

Hasta que es cortado y arrojado a esto vino,
hasta que lo desovan como a un pescado con el cuchillo,
hasta que el desnacido sin estallar regresa a su átomo
con la humildad de la piedra,
cae entonces,
sigue cayendo nueve meses,
sube ahora de golpe,
pasa desde la oruga de la vejez a otra mariposa distinta.

De DEL RELÁMPAGO, 2.- Las hermosas, (1981). Versiones: Versículos, de Oscuro, 1977.