diciembre 09, 2008

Kurt Wenner y la pintura de la calle

La pintura en la calle es una práctica artística que nació en el siglo XVI en Italia. Los Madonnaris eran artistas vagabundos que viajaban de pueblo en pueblo realizando ilustraciones de la virgen María (la Madonna, de ahí su nombre) en cualquier superficie disponible, y se procuraban sustento gracias a las monedas que los transeúntes les arrojaban, ya fuera por su habilidad o por devoción a la virgen María. Kurt Wenner, ilustrador profesional que había trabajado para NASA, decidió viajar a Italia para estudiar directamente las obras maestras de la escultura y la pintura. Un día caminaba en la calle y vio un artista afanarse con tizas de colores sobre una acera. Al preguntarle al artista qué es lo que estaba haciendo, éste le compartió la historia de los madonnaris, cuya tradición había menguado durante la Segunda Guerra Mundial. Tras ver algunas de las ilustraciones de Wenner, el artista italiano lo invitó a terminar de dibujar la cabeza de un ángel mientras él asistía a la iglesia. Desde ese momento Kurt Wenner, comenzó por si solo el renacimiento de una práctica artística cercana al olvido. Armado con tizas de colores que él mismo fabrica, Wenner desarrolló su propia técnica, llamada anamórfosis, mediante la cual, con cuidadosa planeación y un instinto que ha desarrollado a lo largo de los años, logra imágenes de una cualidad tridimensional cuando el espectador las aprecia desde la perspectiva correcta. La habilidad de Kurt Wenner logra escenas que parecen salir de la tierra y estimulan la imaginación de los espectadores, al convertir un aburrido pedazo de suelo en una fascinante ventana a un mundo de maravillas. Su obras, sin embargo, tienen corto tiempo de vida: los elementos naturales y el tiempo se ocupan de borrar sus creaciones. Werner no se entristece demasiado: "la pintura en la calle es arte performance", explica. "Es como asistir a un recital sinfónico. Cuando la música termina todos parten con un recuerdo de la música. Mi obra es similar, sólo que la que queda es una impresión visual. Y así como un disco ayuda a preservar el momento, siempre fotografío mis pinturas cuando termino".