noviembre 28, 2006

Cómo nos han timado

Todos quietos, no, no hagáis. Mucho ruido. Han conseguido estos gobiernos dejarnos sin habla. Si los controlamos desde los veinte, y los sedamos hasta los cuarenta, no nos darán muchos dolores de cabeza." Carlos Ann Powered by Castpost


Cómo nos han timado éstos señores, los de derecha, de izquierda y los del centro. Que miserable me siento. Que vergüenza mi dios. Que rabia que me da. Y aparentemente no se puede hacer nada. Nada. Y salen en la tv sueltos de cuerpo. Hablando macanas. Se querellan. Pasean con sus lindas secretarias, se anudan la corbata, carraspean, se contradicen, hablan alto y fuerte. Pasan a llevar a medio mundo. Son los dueños de todo. De la verdad y de la mentira. El abuelo acomoda al nieto. El nieto acomoda al primo. El presidente al hijo. El hermano a la hermana. El nepotismo en su salsa. Nos causan malditos dolores de cabeza y ni se inmutan. Roban hasta el papel higiénico de su amplio baño de trabajo. Viajan en primera clase. No le temen a nada. Coquetean constantemente con la ignorancia, suelen citar a Confucio. Compran con sonrisas fatuas el voto y añoran la bota. El país entero decepcionado y ellos continúan hablando arameo antiguo. Renuncian a nada. Tal vez a un partidito cuyos militantes bien podrían caber en un coqueto departamentito del Barrio Alto. Confunden, estos saltimbanquis, la magnesia con la gimnasia. Claramente son de otra estirpe, de otra raza. Tienen el cuero duro y las billeteras gigantes. Se desplazan en autos lujosos y rápidos. Nadie les dará alcance. Tiene explicaciones para todo. Se prepararon para eso. Nos lo ponen y nos lo sacan. Saben hacerlo. Es un trabajo de años. Viejos políticos carcamanes, adultos mayores y jóvenes, todos tienen la misma edad. La edad del abuso sistemático. Los de derecha, de izquierda y los del centro. Se caracterizan siempre por ser ellos mismos. Los dueños de la hacienda y del ganado. ¡Ten cuidado con ellos! Se querellarán. Se sentirán ofendidos. Irán a la televisión y a los tribunales, te denunciarán. Te acusarán por ser mal chileno. Por difamación e injurias. Mientras tanto se llevan el país a pedacitos. Grandes pedacitos. Después de un alto cargo de gobierno, por el trabajo, esfuerzo y constancia que pusieron en él; serán premiados. Por ejemplo, una embajada en España. O en BancoEstado. O en la minería del cobre. Es que sin ellos no somos nada. Ellos, los brujos de la aldea. Ellos los maracanaces altivos. Los chicos maravillas. Los ladrones de siempre. Ladrones de nuestra esperanza, de nuestro trabajo, de nuestros sueños y de nuestra ilusión. Larga vida para ellos. Que Lucifer los encuentre no confesados.

2 comentarios:

Vale dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Vale dijo...

pero, me cae, que esto nunca jamas me hubiera molestado, es muy cómico, de verdad así me veo, pos ya que.