1
No fue suficiente
que la sangre detuviera su flujo
a pesar
del insistente latido.
No paró de doler el hueso
que alguna vez
sostuvo una ilusión.
Revelación de venganza,
una de azúcar
por las que van de sal.
Con el mismo rostro
comerse el desayuno,
con el mismo bocado
tragarse el rostro.
2
De uno mismo al dos
y de dos a uno:
mezclados como se mezclan las lenguas;
profundos como profundizan sus ojos
penetraron sus miradas,
saborearon sus caricias,
degustaron de sus pieles
juego de manos y sonrisa.
No bastó signo ni carácter.
Garabato unido al otro.
No fueron suficiente el beso y el rose.
No bastó sonrisa y lejanía,
no fue suficiente
amistad y compromiso…
Era necesaria eternidad.
3
La química se entiende y se enreda,
se hace cómplice,
se enlaza-entrelaza,
se captura,
se lleva en el deseo.
Monograma de los elementos,
letra de dos
amor declarado en lo críptico de la sustancia.
Entrelace nuclear,
metal contra metal
acariciados sigilosamente
en complicidad con lo escondido.
El Berilio, ligero y duro
de sonrisa inmediata, penetrante,
fácil de querer,
enlace de amor bivalente.
El Hierro, metal de transición,
abundante nativo
cosmológicamente especial:
fusiona,
destruye,
pesa.
Con el mismo rostro
comerse el desayuno,
con el mismo bocado
tragarse el rostro.
No bastó sonrisa y lejanía,
no fue suficiente
amistad y compromiso…
Era necesaria eternidad.
4
Monograma de los elementos
que seca la boca,
aplasta el alma que no se ve
pero agoniza.
Semejante fusión nuclear
en dos o cuatro letras, si se quiere
pero que son una elevada al cosmos.
Monograma de los elementos,
Tatuado en lo mortal de su cáscara perene,
grabado en la eternidad de su mutuo cariño.
Entrelace amoroso
Del que fuerza alguna pueda separar,
negar,
olvidar.
Monograma de los elementos:
con qué cara negarte,
con qué derretido sentimiento he de decirte que no.
No, yo no fusiono,
yo sólo soy Oxigeno
solo Oxigeno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario