junio 26, 2006

LA MAYUSCULOSA CULTURA

I

Hablar de cultura es tema que puede abordarse desde diferentes ópticas que van de la más sencilla —como una definición clásica de diccionario— a la más compleja y polémica —considerando todas las vertientes y usos del término. Se puede tratar de la cultura como lo hacen los psicólogos, la antropología, los políticos, la sociología o desde la filosofía.


Quienes más se dedican a tratar el tema y, en algunos casos, los que menos se quieren atorar en su definición, son los antropólogos y los arqueólogos, por ello tomaré en cuenta lo que dicen algunos de los más reconocidos en el tema para luego partir a una definición un poco más general. El antropólogo Vere Gordon dice que ellos definen la cultura como un conjunto de rasgos asociados que se repiten en forma recurrente
[1], pero es claro que se refiere con esto a un trabajo arqueológico de rescatar “la basura” de algunos hombres del pasado, o lo que de ellos quedó, y empezar a fantasear sobre sus formas de vida, delimitar territorios, establecer economías, organización, creencias, cosmovisiones, etc. en sí, dicen ellos, establecer su cultura, y hablan de ella por regiones y épocas delimitadas.

Pero aquí se trata de establecer una definición que acepten no sólo los antropólogos, sino todos los estudiosos del hombre mismo, de la sociedad y de la cultura. Antes de ello quisiera también señalar otra definición común. En su libro El Individuo y la Cultura Marry Ellen Goodman señala que:

la cultura es el conjunto de costumbres practicadas por los miembros de una sociedad. Es la forma particular de vida que es aprendida, compartida y trasmitida por los miembros de la sociedad poseedores de esa cultura. Una sociedad es un número considerable de gente, que se consideran así mismos y son considerados por otros, como una unidad,­­— una tribu o una nación internamente organizada y persistiendo en el tiempo. Cada una de estas unidades del pasado y del presente han desarrollado su propia cultura peculiar, su forma de vida
[2].

Parece que la definición de Goodman es un poco más clara y más general, pero sigue siendo en el ámbito de la antropología, definición destinada a tiempo, lugares y gente.
Es difícil encontrar una definición para que todo el mundo la acepte. Entre las distintas definiciones que se dan sobre el término, hay una serie de constantes que pueden ayudar a definir el concepto.

Partiremos pues de que la Cultura es una actividad, algo obvio, pero de algo se tiene que partir. Esta actividad se entiende como relación entre individuos, de esta relación se deriva una producción o construcción de algo que puede ser el sistema por el que se estructura o se acomoda su vida en el tiempo y el espacio. Entonces la Cultura se convierte en costumbres, en prácticas, luego en tradición y demás productos del quehacer humano, productos materiales y espirituales, esto en tanto como ser social como individual.

De alguna manera la Cultura se entiende como el dominio del ser humano hacia la naturaleza y también como la naturaleza del ser humano, por ello se buscan y se crean los medios, (la tecnología y los materiales) pero este afán por el dominio no es siempre total, es imposible, por ello el hombre también ha creado los medios para sobrellevar su impotencia hacia la naturaleza con creencias sobrenaturales: mitologías, religiones e incluso también los medios para poder sobrellevar el ocio, por ejemplo las artes, aunque en las artes se puede hablar de una conjugación de los diversos matices de la actividad humana. En las artes se conjuga la técnica, la materia, el pensamiento, la creatividad etc, por ello que cuando se habla de cultura muchas personas creen que se trata del arte, y viceversa.

La diversidad de culturas tiene que ver con el tipo de aplicación que dan los antropólogos, aquí sí, el problema es que ya se habla de culturas y no de aquella mayusculosa Cultura. Esta diversidad se da por la relación que hay entre grupos humanos, con el espacio geográfico-temporal. Además la producción cultural o la construcción de la cultura tiene que ver en un momento dado con la herencia de un pasado, con la comunicación e intercambio con otras culturas, el dominio y sometimiento de otras.


II

Cuando se habla de Cultura pienso en muchas cosas todavía más allá de la dificultad que se presenta al dar una definición convincente del término, pienso, o más bien imagino, una especie de monstruo mucho más terrible que aquel bíblico-hobbesiano “Leviatán” que sería una especie de bacteria comparado con lo que presenta la Cultura en general.

Monstruo complejo es aquello que va desde lo que se ve hasta lo que no se ve, todo presente como ejemplos de la Cultura; desde los más rudimentarios y primitivos instrumentos como piedras utilizadas para cazar animales, tallar maderas etc. hasta maquinaria y tecnología superinteligente como excavadoras de pozos, dinamita, medios de trasporte, computadoras y demás cosas. Luego también están las cosas de la mente, o como le llaman: las cosas del espíritu: como las artes, o las que van desde el miedo a los fenómenos naturales, considerándolos divinos y todo poderosos, hasta llegar a la creencia en un dios creador de todo lo existente con todas sus consecuencias como religiones, panteísmo, deísmo, ateísmo y un sin fin de sectas.
Hablamos de la Cultura como producto del hombre, ¿consciente o inconsciente? no lo sé, la hace el hombre, ¿natural o artificial?, da lo mismo, sigue estando ahí el hombre, y siempre pensamos en tradición y costumbres, fiestas conmemorativas o alusivas, formas de hablar, pensar, actuar, en creencias religiosas y científicas, se piensa también en la música, los libros, la pintura, la poesía, el saber o el aprender, se piensa también observando lo que nos rodea, que eso es parte de nuestra cultura: una ciudad, sus casas, calles, autos, formas de vestir, instrumentos, maquinas, radios, televisiones, computadoras, etc. Eso nos ayuda a hablar de la Cultura y de nosotros: qué tenemos, qué hacemos, quiénes somos.

Siempre se cree que la Cultura es algo maravilloso bueno y útil, claro, la hace el hombre para su bienestar y beneficio: sabiduría para entender las cosas, herramientas para facilitar el trabajo y todo eso, ¡que bien!, pero ¿qué pasa cuando la cultura se vuelve contra el hombre?

Jules Henry afirma que el ser humano se esta acabando así mismo por medio de la Cultura, de lo que hace, y de lo que produce. Recuerdo otra vez a Hobbes, El hombre es un lobo para el hombre
[3], pero también me vienen a la memoria las palabras de Séneca: El hombre no muere naturalmente, sino que se mata a sí mismo con tenedor y cuchillo[4]. Para Henrry una de las tantas metas de la evolución humana es el aprender a cuidarse el hombre de sí mismo. Pero hasta hoy poco se ha cuidado, ojala que eso suceda, dice Henrry, antes de que la Cultura misma no acabe con el hombre. Se hacen productos nocivos para el cuerpo y la mente, ejemplos sobran para catálogo, se contamina el ambiente, se destruye para construir, incluyendo seres humanos, hay guerras y etc. Bendito progreso. Hobbes y Séneca siguen teniendo la razón.
El artista Pánico Alejandro Jodorowsky, a mi ver, reforzando las teorías de Jules Henrry, afirma lo siguiente:

El descentrarse para buscar el centro, la furia como llave, la indignación cómo método de vida. El hombre, tras descubrirse no “magnitud dada” sino magnitud propuesta, eleva la rebeldía contra la premura instituida, contra el sentido occidental de tiempo y uso, contra la inaudita agresión que las sociedades practican a sus miembros con el fin de que se renueven los cuadros utilitarios: Es terrible pensar hasta que punto la sociedad tiene necesidad de la muerte. Para obtener trabajo, funerales, industrias, medicinas, la sociedad nos asesina. En México se ha encontrado sangre en esqueletos que tenían cuatrocientos años, y la sangre seguía viva. Si la sangre puede vivir cuatrocientos años, usted puede vivir cuatrocientos años. Me doy cuenta de que durante cuarenta años no he hecho más que prepararme. Pienso que el ser humano tiene necesidad de cien años para realizarse. Y otros cien para realizar algo. Es terrible. Debemos cambiarlo todo, comenzando por uno mismo.
[5]

Hasta aquí las palabras de Jodorowsky, quisiera terminar con algo muy simple que puede resumir todo lo anterior
Leviatán, y me gusta repetirlo, es una bacteria comparado con la mayusculosa Cultura.

Oliver E. López



Bibliografía:

***Vere Gordon Childe. —Evolución Social. UNAM. Méx. 1988

***M. E. Goodman. —El Individuo y la Cultura, conformismo vs., evolución. Centro Regional de Ayuda Técnica. Ed. PAX México/Buenos Aires 1972

***Alejandro Jodorowsky. —Antología Pánica. E. Joaquín Mortíz Méx. 1996


NOTAS:

[1] Vere Gordon Childe. Evolución Social. UNAM. Méx. 1988
[2] M. E. Goodman. El Individuo y la Cultura, conformismo vs., evolución. Centro Regional de Ayuda Técnica. Ed. PAX México/Buenos Aires 1972
[3] Thomás Hobbes. Leviatán
[4] Cita de Alejandro Jodorowsky en La Sabiduría de los Chistes.
[5] Alejandro Jodorowsky entrevistado por Edith Cottrel en 1973, tomado de La Antología Pánica A. J.

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