septiembre 10, 2006

FILOSOFÍA DE LA RELIGIÓN O POLÍTICA, BREVISIMO COMENTARIO SOBRE G. W. F. HEGEL

Texto y fotos : OLIVER E. LÓPEZ

Recuerdo a un comentarista de Hegel quien afirmaba que toda la filosofía hegeliana llegaba a condensarse en una figura central, ésta era el Estado, y en ese sentido, el sistema de Hegel tendría que ser político[1].

Me encuentro con otro autor, Ansenio Guinzo, quien haciendo también un comentario a Hegel, señala que el mundo hegeliano es el de la religión: para comprender el destino religioso del mundo contemporáneo es necesario acudir a la filosofía de la religión de Hegel.[2]

Verdadero problema, temas en los que la mayoría de las personas suspenden el juicio acerca de la terrible polémica que éstos provocan, sin embargo son temas de los más apasionantes para muchos de los que se dedican al estudio de la filosofía, incluso hay quienes dicen que son el tema central del estudio filosófico.

La Religión o el Estado. Fue mi problema ante Hegel y por ello, qué mejor que darse una zambullida en esa peligrosa selva Hegeliana -a riesgo de perderse- para poder encontrar la respuesta. Resulta necesario hablar directamente con Hegel y preguntarle.

<

¿Su filosofía o su sistema filosófico, tiene que ver con una política o con la teología? ¿El Estado o la Religión?>>

Así como se pregunta al sistema de Hegel sobre teología o religión, se pregunta también cuál es la distinción de estas frente a la filosofía, es decir, ¿para hacer filosofía, es necesario hacer religión, tal vez política o ambas?

Obviamente para aclarar tales preguntas es necesario hacer una lectura de Hegel y eso –sabido por quienes saben quién es Hegel- no es cosa fácil.

Pero comencemos diciendo que, en la obra en la que Hegel expone globalmente su sistema, en la Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas, dice que La filosofía tiene algunos objetos con la religión; por ser el objeto de ambas la verdad en el sentido más alto de la palabra[3]. Sabe Hegel que lo que se busca en la filosofía es la verdad, encontrar la respuesta al hombre y al mundo, encontrarse, reencontrarse con esa verdad que debe ser total, absoluta; en ese sentido la religión tiende hacia lo mismo: esa reconciliación con lo absoluto, que es Dios. Dice Hegel: ambas, (la filosofía y la religión) tratan del reino del infinito de la naturaleza del espíritu humano y de las relaciones que tienen entre sí y con Dios como su verdad[4]. Aquí la verdad es Dios, y Dios es la Verdad, y de un instante a otro nos encontramos en el bosque hegeliano, entre lo infinito, lo absoluto y sus contrarios, entre la filosofía y la religión. Pero nos encontramos ante ese bosque no de plano adentro, insertados ya entre el follaje, entre sus irreconocibles y difusas veredas, en sus tan parecidos y distintos árboles, ante el acecho de sus fieras; no, todavía no estamos ahí, tan sólo tenemos el mapa, una vista panorámica exterior de lo que es Hegel; un trazo de lo que puede haber, la mayoría de las veces, con símbolos y señales incomprensibles. Pero hay quienes dicen que tener el mapa de nada sirve, sino que hay que estar en el lugar. Si consideramos que no solamente tenemos el mapa del bosque, sino de un tesoro que hay dentro de ese bosque, entonces ese mapa es tan valioso como el tesoro mismo.

Pero volvamos con aquello de que la Religión y la Filosofía tienen el mismo objeto que es la verdad, y que esa verdad es Dios. Recordemos que la idea que tiene Hegel de religión es demasiado parecida, incluso hay quienes dicen que es igual, a lo que pensaba Aristóteles, en el sentido en el que la religión es en donde los pueblos le dan forma a su concepción última de la realidad, su concepto de Dios y de el mundo. Es por ello que también se diga que toda la filosofía de la religión de Hegel tiene carácter religioso, es decir, que tiene algo de teológico, en donde el dedicarse a hacer filosofía es como un culto divino, en el sentido de que de lo que se trata es lo infinito. Pero, se insiste tanto en ese infinito y lo cierto es que es demasiado confuso qué es exactamente lo infinito dentro del pensamiento de este autor.

Se habla indiferentemente entre lo Absoluto y lo Infinito, digamos, para no perdernos ahora demasiado, que tienen cierto parentesco; pero sí digamos que son conceptos centrales en este sistema. Aquí el infinito y el absoluto tendrán que ver con el mundo, o serán en el mundo, entre los hombres, en ese sentido tendremos que hablar de una política, de un estado, y la filosofía de Hegel no sólo será teológica, sino como dirá Arzenio Guinzo, un tractatus theologico-politicus[5] en donde estará presente tanto lo divino como lo mundano, lo uno con lo otro, y lo otro en lo uno.

Digamos que Hegel hace bajar a la tierra a Dios, hace del infinito algo presente el en mundo y éste ya no será algo inalcanzable, algo más allá del mundo, sino algo que ésta dentro. Obviamente rompe con toda la tradición que le antecede, sobre todo con los ilustrados quienes están de acuerdo en una cosa, en que no quieren saber nada de Dios[6] Digamos que en Hegel lo divino infinito de la religión se funde con lo divino finito corpóreo, y el gran ejemplo para ello es, nada más ni nada menos que la figura de Cristo, ser divino que muere, en donde el ser finito es divino, en donde lo divino se materializa, y como tal perece, pero queda algo, esto sería la religión revelada. Así mismo encontramos la figura del Estado, que representa la absolutización de algo que es mundano, que es del hombre, pero que se vuelve omnipresente, es finito-infinito; es decir, la divinización de la inmanencia, la política.

Lo infinito y lo finito van acompañados el uno en el otro, pensar en lo finito es pensar en lo infinito. Lo finito tradicionalmente se identifica con lo real, y lo infinito con lo ideal; Hegel piensa que lo real es infinito, y lo dirá también en otra forma, todo lo real(finito) es racional(ideal) y todo lo racional es real. De esa forma están presentes la Religión y el Estado, como lo real racional, como lo finito infinito y sus contrarios.

El afán de Hegel consiste en unificar lo ideal y lo real, lo racional y lo concreto, ese es el Estado, la política, esa es la Religión, ahí está la filosofía.

Esa es la panorámica de ese mapa al que nos asomamos en el sistema hegeliano; ahora lo que sigue es ir allá y confrontar las dudas y encontrar más.




NOTAS:

[1]Bougeois Bernard. El Pensamiento Político de Hegel. Amorrut E. Argentina 1969.

[2] Guinzo Ansenio. “En torno a la filosofía de la religión de Hegel” El Concepto de Religión. G. W. F. Hegel. F. C. E. Méx. 1998

[3] G. W. F. “Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas”. Sepancuantos, porrúa, Méx 1981 Introducción, pág 1

[4] Ibídem

[5] Guinzo Ansenio, Op. Cit.

[6] Bloch Ernst, Sujeto-Objeto En el pensamiento de Hegel. F. C. E. Méx. 1983


1 comentario:

Anónimo dijo...

me parece un articulo enriquecedor para todo el publico hago una critica constructiva para este articulo. no le de tantas vueltas al asunto, no importa mucho si sale corto lo importante es que sea concreto que diga loq ue debe decir conservar su esencia